Cristina Fernández anunció la expropiación de la filial de Repsol YPF

Sede de Repsol YPF) en Buenos Aires.
(Photo credit: Wikipedia)

La mayor empresa de España, Repsol, dejará de controlar su filial argentina de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), de prosperar como se espera en el Congreso argentino, el proyecto de ley que para tomar el control del 51% de sus acciones, ha remitido el día de hoy el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kichner, al considerar a la compañía de utilidad e interés público.

El rumor de su expropiación fue finalmente confirmado

Empieza así a materializarse la amenaza que hace unas semanas se filtró en los corrillos noticiosos y corporativos, ante lo que el Gobierno español presidido por Mariano Rajoy Brey no pudo finalmente actuar; pese a las diversas gestiones y presiones diplomáticas realizadas, por seguir controlando la filial de la que depende la mitad de la producción petrolera de Repsol y un tercio de su beneficio.

Primeros efectos del anuncio argentino de recomprar YPF

Las acciones de YPF se desplomaron y han sido suspendidas de cotización en la Bolsa de Nueva York, el Gobierno de Fernández de Kichner empezó a tomar el control de la hasta ahora filial de Repsol y a expulsar a los directivos españoles. Entretanto, desde la Moncloa se prepara una “respuesta adecuada” a la decisión del Gobierno argentino, la que se será conjunta con la de la Unión Europea.

Ya su vocero de comercio, John Clancy, que esperaba una solución común y satisfactoria a ambas partes, adelantó que “una expropiación por parte del Gobierno argentino enviaría una señal muy negativa a inversores, nacionales e internacionales y podría dañar seriamente el clima de negocios en Argentina”.

Una controvertida medida del Gobierno de Fernández de Kichner

YPF dejará así de pertenecer al conglomerado empresarial de la petrolera española Repsol, desde que el entonces presidente Carlos Saúl Menen optara por su venta en el año 1999, en momentos en que el mundo en general y Latinoamérica en particular, vivía un período de sendas privatizaciones de empresas públicas.

Una decisión que a Argentina puede traerle consecuencias internacionales, pese al apoyo de aparentemente parte importante de su población, y seguramente de los Gobiernos de Bolivia y otros acólitos de Venezuela; cuyo presidente Hugo Chávez suele esgrimir con la posibilidad de optar por la unilateral decisión que hoy, empezó a plasmar en su país la viuda de Néstor Kichner.